martes, 15 de abril de 2014

Salvamento Maritimo

Un día navegando por la costa inglesa del Mar del Norte, se nos acercó un helicóptero. Nos pidió permiso para posar un hombre a bordo, se lo concedimos y se nos acercó por la popa descendiendo a un rescatador enganchado a un cable de rescate. A pesar de haber una mar de mil demonios, lo posó en la toldilla de popa del Butaonce.

Casi al mismo tiempo mi hermano a los mandos de la cíclica de un helicóptero de la quinta escuadrilla, acompañaba en su mal andar a un pesquero con una vía de agua. Había mandado el "mayday mayday I am sinking".

Una vez posado el rescatador ingles, resultó hablar castellano muy aceptablemente, había trabajado de camarero en Palmanova. Era escocés y se llamaba Ian. Esa persona de pelo rizado era el que en caso de hundimiento se tiraría al mar para rescatarte en unas aguas frías donde se entra en hipotermia en pocos minutos.

Mientras mi hermano acompañaba al pesquero de nombre singular, era el pesquero "Dios va con nosotros". Bueno quizás Dios ese día tenia mejores cosas que hacer, pero dejo el encargo de cuidarles a un Angel de la guarda, con aspas en vez de alas.

Después de unos 15 minutos, el helicóptero se acercó por popa con el gancho bajado, Ian se engancho y lo vimos ascender. Había realizado un ejercicio rutinario de simulacro de rescate. Un rol play muy real.

Mi hermano algunas horas después y con el tanque de combustible agotado, dejaba al pesquero cerca de puerto, donde varios pesqueros habían salido en su auxilio. Esa es otra de las cosas que tienen las gentes de la mar, dejaran todo y darán ayuda. No se lamentan, solo actúan.

Hace un par de semana, en un ejerció rutinario entre Salvamento Maritimo (SM) y el Servicio Aereo de Rescate (SAR). La desgracia se cebó en uno de los helicópteros del SAR, cayó al mar y solo uno de sus tripulantes pudo ser rescatado. Los otros cuatro se hundieron en el atlántico cerca de las islas canarias.

Los desaparecidos son Daniel Pena, Carmen Ruiz, Sebastiano Ruiz y Carlos Cara manzana. Ellos no habrían dudado en bajar a los infiernos para rescatarnos a cualquiera de nosotros, por eso desde aquí pongo mi granito de arena para que bajemos hasta el fondo del mar y arranquemos sus cuerpos de los brazos de Leviatán.

Y desde aqui mi reconocimiento a los hombres y mujeres de Salvamento Marítimo y al Servicio Aéreo de Rescate.


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